El Karma Online, Karma 2.0 o Karma Marketing son términos que se mueven por las redes y se hacen cada vez más presentes en el entorno de las estrategias digitales. Pero…¿en qué consisten?
El Karma 2.0, por ejemplo, se basa en la filosofía de aquello que ganas en forma de resultados cuando llevas a cabo acciones online sin ánimo de esperar nada a cambio. Me explico: un ejemplo claro de lo que supone el karma online sería el hecho de que un blogger cree contenidos online para ofrecerlo a un público sin esperar nada a cambio de esos lectores. El feedback de sus publicaciones es su mejor y mayor aliciente. Otro ejemplo seria la labor de un usuario de foros, que puede ayudar a otros usuarios sin esperar retribución a cambio.
Sí, está genial sentirte bien con tus acciones sin ánimo de lucro. Pero claro, ¿para qué sirve todo esas labores que ayudan a activar tu karma 2.0? Un ejemplo claro de lo que terminarás recibiendo como recompensa es el posicionarse en la temática nicho a la que perteneces. Las cosas buenas y gratuitas corren como la pólvora por las entrañas digitales, por lo que haber dedicado tiempo en crear contenido de calidad, en aconsejar o en resolver dudas terminará por llevarte a alcanzar la interacción con muchos usuarios con el paso del tiempo, pues te convertirás con muchas probabilidades en referente. Y, como todos sabemos, esos te puede llevar a ser interesante para hacer trabajos colaborativos que acaben por darte ingresos económicos, por ejemplo.
¿Y el Karma Marketing? A grandes rasgos, el budismo describe al Karma como acción – reacción. La voz que más se reconoce tras ese término es Sirikul Laukaikul, una estratega de marca y asesora de sostenibilidad que encontró su paz en los principios filosóficos de la moderación: tanto necesito para vivir, tanto necesito ganar. Según ella, el Karma Marketing nace del equilibrio dado entre el mindful – es decir, la reflexión y la consciencia- y el marketing responsable. De esa unión cree Sirikul que brota la preocupación de las acciones sobre las personas, los animales o el medio ambiente.
Es de este modo, entonces, que de cada acción se deriva un resultado, por lo que todo aquello que hagas dejará una huella. Sirikul Laukaikul dice que “existe una gran verdad y es que cualquier resultado de las acciones de marketing se convierte en karma de la marca”. Lo que se pretende con el uso del Karma Marketing, pues, es cambiar los comportamientos de las propias empresas para que entiendan que sus acciones tienen consecuencia y, por ende, deben preocuparse por lo que sus actos ocasionan al usuario.
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